
Según la normativa, una cancelación o un retraso de más de tres horas da derecho a comida, alojamiento y entre 150 y 600 euros, informan desde el Aeropuerto de Santiago.
En otros casos de cierre de compañías aéreas, los pasajeros que tenían contratado un billete se pusieron en contacto con la compañía en cuestión y enviaron sus datos personales y los del vuelo cancelado. También puede enviarse dicha reclamación a AENA, Fomento y al juzgado.
Ante una cancelación, los pasajeros tienen derecho a que se les reembolse el importe del billete o a que la compañía les reubique en otro vuelo de características lo más similares posibles al cancelado.
Es importante, además, conservar tanto el billete como los recibos de pago e e-mails, que servirán como justificantes para las acciones de reclamación futuras, como recomienda la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI)