La Comisión Europea pronosticó el pasado mes de noviembre que el PIB español crecería un 3%, el de la Eurozona un 2,2% y el del conjunto de la Unión Europea un 2,4%. Sin embargo, a día de hoy el Ejecutivo comunitario ya no considera válidas estas previsiones y mañana recortará sus estimaciones debido al impacto de las turbulencias financieras, el empeoramiento de la economía estadounidense y el encarecimiento de los precios. En el caso de España, Bruselas ya alertó este martes que la previsión de crecimiento del Gobierno para 2008, del 3,1%, era demasiado optimista. "En 2008, las presiones inflacionistas, las menores expectativas de crecimiento y la evolución del sector de la vivienda pesarán en la renta disponible y apuntan a un menor crecimiento del PIB que el que prevé el programa", destacó Bruselas en su evaluación del programa de estabilidad español.
