El presidente de Nicaragua Daniel Ortega calificó de un "brutal asesinato" la muerte del líder libio Muamar Gadafi en octubre pasado tras meses de bombardeos de países de la OTAN.
Ortega que había guardado silencio absoluto sobre el tema ocurrido en plena campaña electoral, calificó la muerte de Gadafi como "un asesinato brutal" de lo que responsabilizó a la OTAN y a los medios de televisión de "solazarse con el crimen".
"Lo lógico era detenerlo y procesarlo, al final de cuenta como prisionero de guerra, porque ahí se estaba librando una guerra de potencias militares comandadas por la OTAN", dijo Ortega.