Son dos mujeres, políticas, argentinas, con un capítulo garantizado en la historia de su país. Se puede comparar a Eva Perón con Cristina Fernández No hay un consenso sobre el tema, pero sí una coincidencia de cómo una lleva de alguna manera hacia la otra y cómo la similitud ha llevado incluso a que a Cristina, como la llaman los argentinos, la consideren la Eva Perón moderna, aunque ella lo niegue, pese a que, no obstante, emula su figura, inauguró murales en su honor y en el 2010 la declaró Mujer del Bicentenario, mediante el Decreto 329, en el contexto de los festejos por los 200 años de la Revolución de Mayo.
Como su antecesora, la identificación de Cristina con los sectores populares, a quienes ha dirigido sus programas sociales, ha catapultado esa imagen y figura que se confirmó en octubre pasado cuando ganó la reelección presidencial en primera vuelta. La última muestra de apego por la mandataria se dio desde la noche del pasado martes, cuando sus seguidores permanecieron en vigilia al pie del hospital, donde fue intervenida de un cáncer de tiroides, que ayer fue descartado.
Por el momento, el populismo llevado adelante por los gobiernos latinoamericanos continúa rindiendo sus frutos a nivel económico, pero hasta cuándo, se preguntó Everaldo Moraes, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Brasilia. Mientras se mantenga el crecimiento. Cuando el crecimiento se estanque, ahí va a ser más difícil mantenerlo.
Desde el punto de vista político, para Romero el triunfo de Cristina en la reelección dará la pauta para determinar hacia dónde va el proceso argentino, si va a consolidar su gobierno de izquierda moderada al estilo de Brasil o acompañará la senda radical de Venezuela.
Alberto D. Rotman, líder del grupo Unión Cívica Radical, señala que es penoso ver cómo el gobierno de Cristina se desliza a dejar de lado la democracia plena en nombre de un falso progresismo.
Cristina estudió Abogacía y durante la etapa universitaria militó en el Frente de Agrupaciones Eva Perón, que luego se fusionó con la Federación Universitaria por la Revolución Nacional como Juventud Universitaria Peronista.
La mandataria llegó al poder tras dos décadas de caminar por la política a la sombra de su esposo, cuya imagen, también, aún hace presente en muchas de sus apariciones públicas.