El cantante, actor y figura emblemática de la opereta alemana Johannes Heesters murió, recién cumplidos los 108 años y hasta hace apenas unes meses aún en activo como las más longeva figura de la escena germana. Figura controvertida, por presuntos vínculos pasados con el nazismo, pero al mismo tiempo admirado por su incombustible vitalidad, Heesters pasó los últimos años de su vida en su casa junto al lago de Starnberger, en el sur de Alemania, con su esposa Simone, 45 años más joven que él. Una semana antes de llegar a los 108 sufrió un desmayo y tuvo que ser ingresado en un hospital, lo que precipitó un sinfín de informaciones en los medios alemanes pronosticando un rápido final. Nacido el 5 de diciembre en 1903 en la ciudad holandesa de Amersfoort, debutó sobre un escenario a los 17 años en Amsterdam. Se hizo un nombre y cobró relevancia en la Alemania nazi, como intérprete de opereta y seductor. En toda su trayectoria no se desvió nunca de ese papel, en lo que a musicales se refiere, aunque de vez en cuando se permitía incursiones en el teatro más profundo, interpretando a Bertolt Brecht o a Anton Chejov. Prácticamente toda su carrera se desarrolló en Alemania, ya que en Holanda se le boicoteó hasta hace apenas un par de años, en que se reconcilió con su país natal, por identificársele con el nazismo.
