La economía china crecerá el próximo año un 8,6%, muy por encima de la media mundial (1,9%), "aunque se enfrentará a incertidumbre económica en la mayor de las escalas (por riesgos como la deflación o la caída de las exportaciones)", predijo un informe elaborado por el banco HSBC y presentado en Hong Kong.
En 2013, el crecimiento del PIB chino se acelerará ligeramente, hasta el 8,8%, aunque seguirá sin alcanzar los niveles de los años pasados (10,4% en 2010 y 8,9 en 2011).
El informe de HSBC prevé que problemas macroeconómicos que azotaron a China en 2011, como la inflación o los altos precios de la vivienda, cambiarán de signo en 2012 debido a las medidas macroeconómicas de Pekín, por lo que en el año venidero habrá que estar pendiente de los riesgos de deflación.