El terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, condenado el jueves en Francia por cuatro atentados perpetrados en 1982 y 1983, aseguró hoy que EE.UU. no quiere que regrese a Venezuela, adonde insistió en pedir su repatriación.
Preguntado sobre un acuerdo que mencionó Carlos entre el presidente venezolano, Hugo Chávez, y el exgobernante francés Jacques Chirac para su retorno al país cuando terminara el juicio, admitió que no tenía conocimiento sobre éste e indicó que su hermano tendrá sus razones para plantearlo.
Vladimir Ramírez detalló que su hermano debe ser repatriado y descartó una posible extradición, al señalar que él no ha cometido delito alguno en Venezuela y que no hay ninguna causa en su contra, por lo que no hay razones para que sea pedido bajo esa figura.
Apuntó que su hermano advirtió de que aparentemente habrían elementos en la Cancillería venezolana y otros elementos del entorno venezolano que estarían actuando para que no se produzca ese regreso.
El primero de los cuatro atentados de los que se responsabiliza a Ramírez ocurrió el 29 de marzo de 1982 con la explosión de una bomba en el tren "Capitole" de París a Toulouse y causó cinco muertos y 28 heridos.
El segundo, con un coche bomba en el centro de París, fue perpetrado el 22 de abril de ese año ante la sede de un periódico árabe-libanés, y el venezolano lo vinculó durante el juicio con los servicios secretos sirios.
Y los dos últimos, ocurridos en la tarde del 31 de diciembre de 1983 contra la estación de ferrocarril de Marsella y contra un tren que había salido de esa ciudad en dirección de París, el ya condenado los atribuyó al Grupo Antiterrorista de Liberación (GAL) que se había creado contra ETA.
Carlos fue capturado en una operación del espionaje francés en Sudán en agosto de 1994 y en 1997 recibió la primera condena a cadena perpetua por haber matado a dos agentes secretos franceses y a un informador en París en 1975.