Otro anciano de un asilo incendiado el pasado viernes en la ciudad australiana de Sídney murió hoy en el hospital, por lo que el número de muertos asciende ya a ocho, informaron medios locales.
Otros nueve residentes continúan hospitalizados a causa de la inhalación de humo y quemaduras durante el incendio, ocurrido de madrugada y del que culpan a un enfermero, que se encuentra detenido bajo la acusación de asesinato.
El enfermero, de 35 años, fue al principio presentado en la prensa como una especie de héroe por salvar a un anciano cuando estalló el incendio, hasta que la Policía descubrió que el incendio había sido provocado.