Tras las sucesivas rebajas de los periféricos y las amenzas contra Francia, parece que la Unión Europea está dispuesta a declarar la guerra a las agencias de rating. Según adelanta el Financial Times, que tuvo acceso a un borrador de las medidas, Bruselas planea cambios regulatorios que podrían hacer mucho daño al modelo de negocio de Fitch, S&P y Moody´s.
Entre las propuestas destaca el nuevo poder que se entregaría a los reguladores para suspender las calificaciones de aquellos países que hayan solicitado ayuda a la UE y al FMI.
Además, también se está tratando de obligar a los emisores de productos financieros en Europa a cambiar regularmente de agencia de calificación, en un claro intento por ampliar la competencia y evitar conflictos de intereses.
Así, la agencia de rating involucrada no podrá prestar sus servicios durante un periodo superior a los tres años, en un escenario base. Esos sí, si califica más de diez instrumentos financieros de deuda para un mismo emisor, la agencia sólo podrá prestar sus servicios durante un periodo de aproximadamente un año.