La muerte de Muamar el Gadafi fue recibida hoy en América como una oportunidad para la paz y la reconciliación en Libia, pero también como "el final de un tirano" o el "asesinato" de un "mártir" que producirá más violencia.
Gadafi fue un luchador y ahora un "mártir" al que "asesinaron" en un "atropello más a la vida", en opinión del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien se preciaba de su amistad con el hombre que dirigió el destino de Libia durante más de 40 años.
Chávez, recién llegado de Cuba, país donde los medios de comunicación también se hicieron eco de la tesis del asesinato, opinó que con la muerte de Gadafi no va a terminar la lucha en Libia, porque allí "hay dignidad".