Los bancos españoles experimentarían un déficit de capital de unos 22.000 millones de euros, aproximadamente el 2,2% del PIB español, en el caso de someterse a unas nuevas pruebas de estrés en las que se tuviera en cuenta una quita del 70% de la deuda griega y se elevara al 8% el umbral mínimo de capital básico necesario, según refleja un estudio elaborado por The Economist, que cifra en 150.000 millones las necesidades de recapitalización de las 90 mayores entidades europeas bajo estos supuestos.
Bajo este escenario, la banca española sería la segunda más necesitada, sólo superada por la alemana, cuyo déficit ascendería a 26.000 millones de euros, si no se tiene en cuenta a la propia Grecia, cuyos bancos requerirían casi 40.000 millones más como consecuencia de la merma aplicada al importe de la deuda pública helena.
En el caso de la banca española, estas necesidades de capital adicional procederían casi exclusivamente del aumento de la exigencia mínima de capital básico, ya que su exposición a deuda pública griega es mínima.