Los ministros de Economía y Finanzas, junto con los gobernadores de los bancos centrales del Grupo de los 20 unieron sus fuerzas ayer en Washington para intentar atajar el impacto que una nueva recesión tendría sobre la economía global, con todas las miras puestas en la Unión Europea.
Su compromiso por adoptar una respuesta "fuerte y coordinada", rememoró el espíritu del todos a una que las principales economías del planeta corearon en Pittsburgh y Londres hace dos años.
Este mensaje, lleno contenido pero sin medidas concretas, estuvo motivado principalmente por los "riesgos derivados de las tensiones en los mercados de deuda soberana, la fragilidad del sistema financiero, la turbulencia en los mercados, el débil crecimiento económico y un inaceptable nivel de desempleo", rezó el documento. Los ministros se comprometieron así para "hacer todo lo necesario" para asegurar la estabilidad del sistema bancario y a aplicar las medidas prometidas en los planes de ajuste presupuestario.
Una vez más, la crisis de deuda soberana en el Viejo Continente se definió como "el epicentro" del terremoto que amenaza no sólo con sumir en una nueva recesión económica a la Unión Europea, sino que podría provocar un nefasto efecto dominó entre el sector bancario europeo. En este sentido, se exige que antes de su próxima cita "la Eurozona deberá haber implementado las acciones necesarias para garantizar la flexibilidad del Fondo de Estabilidad y evitar el contagio". Sin embargo, las rencillas entre los estados miembros fueron más que evidentes.
El ministro de Economía, Giulio Tremonti, no dudó ayer en reconocer que el futuro europeo depende de la firmeza de Alemania. "La solución sólo se encontrará si Alemania toma una posición más contundente, si tiene el coraje y fuerza suficiente para invertir en Europa, por el bien del Viejo Continente y por lo tanto de la propia Alemania". Por su parte, el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schaeuble, se limitó a reconocer que "Europa ha tomado ya los pasos legislativos necesarios para implementar las medidas adoptadas el pasado 21 de julio, que culminarán, a mucho tardar en octubre".
Sorprendentemente tanto para Schauble como para su homólogo galo, Fracois Baroin, el principal objetivo de la Eurozona es "reducir déficits lo más rápido posible", el apalancamiento del FSF "es secundario".
En medio de una excesiva volatilidad e incertidumbre que provocó que los miembros del G-20 tuvieran que emitir un comunicado sorpresa a última hora del jueves tras la cena de trabajo mantenida en la capital estadounidense, el destino de Grecia y la necesidad de recapitalizar a la banca europea fueron los temas candentes dentro de las reuniones.
"En estos momentos la Troika trabaja en un nuevo informe técnico, que será la condición necesaria para el próximo tramo de ayuda a Grecia", dijo Schaeuble, quien reiteró que "no tiene sentido especular sobre medidas adicionales". Por su parte, Jim Flaherty, ministro de Finanzas canadiense reconoció que Europa necesita "mayor decisión y claridad". La posibilidad de una reestructuración ordenada de la deuda griega fue tachada como una idea "ilusoria" por Ollie Rehn, comisario de asuntos económicos de la UE, al mismo tiempo que reiteró que "no se contempla una quiebra griega como un escenario posible". Eso sí, incidió en la necesidad de recapitalizar a los bancos europeos vulnerables.
Tasa sobre transacciones financieras
Los ministros de Economía y Finanzas del Grupo de los 20, bajo la presidencia francesa, acordaron trabajar por la implementación de una tasa sobre las transacciones financieras, según explicó Francois Baroin, ministro de Finanzas galo. "Por primera vez hemos abordado el tema de las tasas sobre transacciones financieras", señaló durante una rueda de prensa posterior a las reuniones que tuvieron lugar en Washington.
El ministro de finanzas galo habló de un clima de interés, especialmente con sus colegas alemanes, aunque apuntó que ahora debe debatirse la fórmula política para implantar este tipo de medida. "Sabemos que el debate está sobre la mesa, el presidente francés lo llevará al próximo encuentro del G-20", dijo el galo.
Salgado afirma que necesitamos más medidas
La vicepresidenta y ministra de Economía y Hacienda española, Elena Salgado afirmó ayer ante la Asamblea plenaria del que "aunque son necesarias más medidas?, los programas adoptados hasta ahora por el Ejecutivo y el modesto crecimiento de la economía ?sienta las bases para un mayor crecimiento" en nuestro país.
Salgado alabó el acuerdo de la cumbre de julio de la Eurozona como "un conjunto de medidas integrales para encarar las raíces de la crisis de la deuda soberana".
Fuentes del entorno de Salgado explicaron a Efe que las entidades financieras españolas ya han puesto en marcha el proceso de recapitalización tras los resultados de los test, y que a finales de septiembre todas habrán alcanzado una situación holgada.
Según las fuentes, las informaciones de los últimos días sobre las necesidades de la banca española son fruto de una confusión entre los datos incluidos en el último informe del FMI y las conclusiones de los test de resistencia que el comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, expuso en Bruselas esta semana.
La Vicepresidenta segunda mantendrá hoy alrededor de las 8pm, hora española, un encuentro con la prensa española en Washington D.C.