El Gobierno de Estados Unidos desembolsó indebidamente 600 millones de dólares por pagos en los últimos cinco años a jubilados o discapacitados ya fallecidos, según un informe divulgado hoy por la Oficina de Gestión de Personal (OPM, en inglés).
Según el informe del inspector general (IG) de la OPM, Patrick McFarland, el dinero proviene de un fondo para trabajadores jubilados o discapacitados pero, debido a fallos, en algunas ocasiones los pagos continuaron aún cuando el beneficiario había fallecido.
En uno de los casos destacados en el informe, el hijo de un beneficiario continuó recibiendo cheques a lo largo de 37 años, por un total de 515.000 dólares, aunque su padre había fallecido en 1971. El caso se descubrió luego de que el hijo del beneficiario muriera hace tres años.