Ante las constantes tensiones en los mercados a causa de la crisis de la zona euro, que los líderes de la región no acaban de atajar, el grupo financiero holandés ha puesto manos a la obra para limitar el impacto en su balance.
El banco, que ha sido castigado en la bolsa junto con entidades francesas o alemanas por la deuda que acumula de los países periféricos, ha reducido significativamente su exposición a España y Portugal.
Según explica en una presentación a analistas publicada hoy, entre el 30 de junio y el 15 de septiembre recortó su inversión en deuda italiana en 2.600 millones de euros. Así, ha pasado de acumular bonos por valor de 4.400 millones a un total de 1.900 millones en la división de banca, mientras que en la se seguros pasó 1.900 a 1.800 millones de euros.
Además, ha situado su exposición a la deuda de España de la división de banca en 800.000 euros, frente a los 1.400 millones de euros que atesoraba antes de dicho periodo.
En cuanto a los otros dos países en riesgo, Portugal y Grecia, el banco ha mantenido el nivel de deuda en los niveles anteriores al 30 de junio tanto en la división de banca como en la de seguros.