La ciudad de Sao Paulo, la mayor urbe de Brasil, vive una situación inusitada por una huelga de los trabajadores públicos de los servicios funerarios que impide la entrega y sepultura de los fallecidos, lo que llevó hoy a la Justicia a exigir el fin de la paralización.
El Tribunal de Justicia de Sao Paulo determinó este jueves el fin de la huelga, que completó tres días, y que provocó un caos en el servicio funerario de la ciudad.
El magistrado David Haddad concluyó que si el sindicato de los trabajadores funerarios persiste con la huelga, de manera parcial o indefinida, se le aplicará a la entidad una multa diaria de 60.000 reales (unos 37.406 dólares).