La tormenta en el Viejo Continente no amaina, especialmente dentro del sector financiero que según la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, necesita una recapitalización inmediata. Acabamos de conocer como el maltrecho fabricante de móviles Nokia y tres grandes bancos europeos abandonan la composición del indicador bursátil Stoxx 50.
A partir del próximo 19 de septiembre, Nokia así como Societe Generale, Intesa Sanpaolo y Unicredit desaparecerán del Stoxx Europe 50 y serán reemplazados por Unilever, LVMH Moet Hennessy, National Grid y Air Liquide.
De un tiempo a esta parte, la banca europea, especialmente la italiana, ha vuelto a estar en el ojo del huracán por su exposición a la deuda de países periféricos y su posible necesidad de recapitalización.
El pasado fin de semana, Lagarde afirmó desde Jackson Hole, en Wyoming, que los bancos del Viejo Continente necesitaban una recapitalización urgente, unas declaraciones que levantaron ampollas entre los miembros del Banco Central Europeo y otros colegas de la ex ministra gala de Finanzas.
Sin una recapitalización "urgente", afirmó Lagarde, "fácilmente podríamos ver una mayor propagación de la debilidad económica de los países centrales, o incluso una crisis de liquidez ", añadió.
Los bancos italianos duplicaron el pasado julio el recurso a las facilidades de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) ante el recrudecimiento de la presión contra su deuda. En concreto, según los datos publicados por el supervisor, los bancos italianos pidieron en julio prestado 80.500 millones de euros, más del doble de lo que solicitaron en junio, cuando la prima de riesgo no había superado aun los 250 puntos básicos.
Otro de los bancos en el punto de mira es el bastión galo Societe Generale. Cabe recordar que a comienzos del mes de agosto, el segundo mayor banco francés se vio obligado a provisionar cerca de 400 millones de euros para afrontar las pérdidas derivadas de su inversión en deuda soberana griega.