Estados Unidos, la Unión Europea, varios países latinoamericanos y, por supuesto, la ONU condenaron hoy el atentado contra la sede del organismo internacional en Nigeria, que dejó al menos 18 muertos y fue obra de un terrorista suicida.
"Ha sido un ataque contra quienes entregan su vida a ayudar a los demás. Condenamos de plano este terrible acto", dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.
La ONU investigará las circunstancias del atentado, perpetrado por un terrorista suicida con un automóvil cargado de explosivos, según fuentes oficiales nigerianas, y reivindicado en una llamada anónima a la BBC por el grupo islámico radical Boko Haram.