Los agricultores del suroeste francés forzaron el sábado el consulado de España en Perpiñán y arrojaron centenas de kilos de frutas para manifestar su descontento por lo que consideran competencia desleal de sus vecinos españoles, según ha aseverado la policía.
Los agricultores de esta región, afectada por la crisis del sector, también descargaron sus melocotones y nectarinas delante de varios edificios oficiales franceses, precisó la policía.
Con esta acción, los productores franceses querían manifestar su descontento no sólo con España, sino con el gobierno francés, al día siguiente de un encuentro entre los representantes de los productores y el director del gabinete del ministro de Agricultura, Bruno Le Maire.
El ministro francés tiene previsto viajar al sur de Francia a principios de la próxima semana, aunque no se ha comunicado ni la fecha ni el lugar.