Standard and Poor's rebajó la calificación crediticia de Venezuela, tras implementar una nueva metodología de medición que da más peso al riesgo político.
La agencia redujo la calificación de la deuda a largo plazo a B+ y dejó el panorama estable. La nueva metodología de la agencia fue publicada el 30 de junio, casi un mes antes de que la entidad citara preocupaciones políticas para rebajar la nota crediticia de Estados Unidos.
"En nuestra opinión, cambios y leyes arbitrarias, controles cambiarios y en los precios y otras medidas económicas distorsionadoras e impredecibles han socavado la inversión del sector privado y perjudicado a la productividad, debilitando la economía de Venezuela", escribió en un informe el analista de S&P Roberto Sifon Arévalo.
Las vastas reservas de gas y petróleo de alguna manera contrarrestan esta incertidumbre política, agregó la agencia.
Sin embargo, S&P expresó su preocupación sobre el nivel actual de las reservas de oro y de monedas extranjeras luego de conocerse que el país planea repatriarlas.
"Cuando tienes las reservas en el extranjero, tienes algún nivel de confianza", afirmó Arévalo en una entrevista.
