Tal y como ya había manifestado tras su reunión del pasado jueves, el Banco Central Europeo (BCE) considera que los datos económicos recientes indican una desaceleración del ritmo de crecimiento de la economía en los últimos meses, después del avance del primer trimestre. "En el período que sigue, se espera que tenga lugar una expansión moderada. No obstante, la incertidumbre es particularmente elevada", indica la institución en la editorial del Boletín Económico mensual publicado hoy.
Según explica, los riesgos para la economía están relacionados con las "tensiones en algunos segmentos de los mercados financieros de la zona euro y con la evolución a nivel mundial". Los incrementos adicionales en el precio de la energía y las "presiones proteccionistas" también podrían frenar el crecimiento de la zona euro.
En cuanto a la inflación, el BCE recuerda que las expectativas deben seguir ancladas al objetivo del 2% fijado por el Consejo de Gobierno, por lo que la orientación de la política monetaria del banco central seguirá siendo "acomodaticia". Además, continuará realizando "un seguimiento muy atento de todos los factores que pudieran representar riesgos al alza para la estabilidad de precios".