Australia ha inaugurado hoy su primera mina de metales raros, uno de los mayores yacimientos del mundo con el que se convertirá en una alternativa a China, proveedor mundial casi en exclusiva de esta escasa materia prima, también llamada "nuevo petróleo".
En los últimos años se han disparado los precios de estos materiales cuyas propiedades magnéticas se han vuelto imprescindibles en la fabricación de productos electrónicos y de las nuevas tecnologías como ordenadores, pantallas planas, vehículos híbridos, turbinas eólicas, superconductores o fibra óptica.
Lynas Corporation ha invertido 100 millones de dólares en los últimos 10 años para explotar el yacimiento situado en Mount Weld, en Australia Occidental, considerado uno de los más ricos del mundo en estos materiales y cuya producción se calcula en unos 20 años.