El oro es el activo refugio por excelencia y, en el actual escenario de volatilidad tanto en la renta variable como en la renta fija, se convierte en apuesta frecuente de los inversores.
Por eso lleva días renovando máximos y hoy ha hecho lo propio. Tras alcanzar ayer los futuros de la onza de oro para entrega en diciembre los 1.664 dólares, hoy han repuntado y han marcado los 1.674 dólares en Nueva York.