La entidad financiera británica obtuvo en los seis primeros meses del año un beneficio neto atribuible de 8.900 millones de dólares, lo que supone un incremento del 35% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Según informa en su nota, sus resultados antes de impuestos arrojan unas ganancias de 11. 470 millones de dólares, lo que supone un 3,3% más que en 2010 y supera las expectativas de los analistas, que de media habían previsto que se situasen en 10.800 millones de dólares.
La firma ha anunciado que suprimirá otros 25.000 puestos de trabajo más de aquí a 2013, que se suman a los 5.000 que ya había anunciado.