Al menos 15 personas han muerto, otras nueve están desaparecidas y más de 600.000 han sido desplazadas en Filipinas por una tormenta tropical que afecta desde ayer al archipiélago, indicaron hoy fuentes oficiales.
La última víctima registrada por el Consejo Nacional de Gestión y Prevención de Desastres es Cristy de la Mesa, una niña de 13 años fallecida en la provincia de Quezon, al este de la isla de Luzón.
Diez de las víctimas, que han perecido ahogadas, sepultadas por desprendimientos de tierra o golpeadas por postes o árboles derribados por el vendaval, residían en las provincias orientales de Albay, Catanduanes y Camarines Sur, dos en Marinduque e Iloilo, en el centro del país, y otras dos en Cavite, cerca de Manila.