El balance de víctimas mortales del doble atentado perpetrado ayer en Oslo y en la vecina isla de Utøya asciende ya a 87 personas, de las cuales 80 corresponden al ataque registrado en un campamento juvenil socialdemócrata y tras el que se detuvo a un noruego de 32 años.
La matanza de la isla, calificada por el rey Harald de Noruega como una "tragedia inconmensurable", ocurrió apenas dos horas después del atentado con coche bomba en el complejo gubernamental de Oslo, con 7 personas muertas y quince heridos.