España es el tercer país de la Unión Europea que interceptó el año pasado más artículos falsificados o de contrabando, hasta alcanzar un total de 12,3 millones, cifra que representa un aumento del 184% respecto a 2009. Sólo Grecia (22,3 millones) e Italia (15,9 millones) confiscaron más productos falsos en sus aduanas, según el informe anual publicado este jueves por la Comisión.
España se encuentra también entre los Estados miembros que realizaron más operaciones aduaneras el año pasado, en concreto 3.169 intervenciones (un 3% más que en 2009). Encabezan esta clasificación Alemania (22.146 casos, un 166% más) y Reino Unido (22.125 casos, un 945% más).
En el conjunto de la UE, el número de casos de operaciones para localizar productos falsificados aumentó un 82% el año pasado hasta rozar las 80.000. Este "dramático incremento" se debe al crecimiento de las ventas a través de Internet, que "ha abierto una nueva vía de distribución" de falsificaciones "que pueden ser de mala calidad o incluso peligrosas para la salud y la seguridad de los consumidores", según la Comisión.