El flamante tren de alta velocidad Pekín-Shanghái, inaugurando a bombo y platillo hace dos semanas como uno de los proyectos clave para el desarrollo de China, tiene ahora su prestigio por los suelos después de que dos apagones en apenas tres días causaran retrasos de varias horas en 40 trenes.
En el primer incidente, ocurrido el pasado lunes, 11 trenes sufrieron retrasos, mientras que el segundo, ayer, martes, afectó a 29, confirmaron hoy las autoridades del sector, que atribuyeron estos incidentes a las fuertes lluvias frecuentes en China en los meses estivales.
El último de los apagones se produjo por una avería del tendido a la altura de la ciudad de Suzhou, en la provincia oriental de Anhui, y tardó dos horas en ser arreglado, detalló el Buró de Ferrocarriles de Shanghái, mientras que su instancia superior, el ministerio del ramo, pidió disculpas a los viajeros por los problemas causados.