El Gobierno estadounidense ha informado de que China ha decidido suprimir los subsidios comerciales que aplica a sus empresas, con el consecuente perjuicio para las extranjeras. Con este acuerdo, anunciado en Washington por la Representante de Comercio Exterior Susan Schwab, Pekín se compromete a eliminar las exenciones fiscales ilegales que concedía a sus empresas, así como los impuestos y tarifas que gravaban a las occidentales. El pasado mes de febrero EEUU demandó a China ante la Organización Mundial de Comercio debido a estas intervenciones estatales desfavorables.