La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha endurecido las normas éticas del organismo, distanciándose así del escándalo protagonizado por su predecesor en el cargo, Dominique Strauss-Kahn.
Este documento recoge las normas establecidas en un código ético de comportamiento publicado el pasado mes de mayo, que se elaboró a raíz de un escándalo de 2008 que implicó a Strauss-Kahn y a una empleada del FMI. Entonces, fue acusado de acoso y abuso de poder, aunque él se disculpó alegando un "error de juicio".
Además, sujeta a Lagarde a "los más altos estándares éticos de conducta, consistentes en los valores de integridad, imparcialidad y discreción", y la insta a distanciarse de "cualquier comportamiento que pueda parecer impropio".