El Partido Popular niega categóricamente su responsabilidad en la 'burbuja inmobiliaria' y el origen de la crisis que le achaca el Gobierno socialista y considera que la liberalización del suelo nunca se llegó a aplicar, por lo que se trata de una "reforma pendiente" para la economía española y la abordará "cuando se reactive el mercado inmobiliario".
En un encuentro con periodistas, el coordinador económico del PP, Cristóbal Montoro, y el secretario de Economía y Empleo 'popular', Álvaro Nadal, han denunciado que este "mantra" sobre los "pies de barro" del crecimiento de la economía española, reiterado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante el último Debate sobre el estado de la Nación es la auténtica "falsedad" y un argumento "destructor de la imagen de España".
En este sentido, han defendido que cuando el PSOE llegó al Gobierno en 2004 la demanda de viviendas estaba por encima del 'stock' inmobiliario y el crédito "estaba saneado y crecía al mismo ritmo que la construcción", por lo que la "burbuja" se desató por las decisiones del Ejecutivo de Zapatero y no como consecuencia de la Ley del Suelo de 1998.