El difunto líder de Al Qaeda Usama bin Laden perdía buena parte de su tiempo en estudiar alternativas para que la red terrorista recuperase su poder y financiación*n, tal y como se extrae de la documentación hallada en el complejo de Abbottabad (Pakistán) en el que fuerzas especiales de Estados Unidos le dieron caza.
Durante el último año de su vida, andaba preocupado por el elevado número de víctimas a consecuencia de los ataques de aviones no tripulados de la CIA, así como por la complicada situación financiera de la red, informan las fuentes del 'The Washington Post'.
Bin Laden llegó a aprobar la creación de una unidad de contrainteligencia para encontrar a los traidores y espías. El jefe de esta unidad le trasladó a mediados de 2010 que estaba perdiendo "la guerra del espionaje" y no podría desempeñar las funciones encomendadas con su ínfimo presupuesto.