La recaudación en concepto de impuesto de matriculación se situó en 209,58 millones de euros en los cinco primeros meses del año, lo que supone una fuerte reducción del 28,6% respecto al mismo período de 2010, según datos de la Agencia Tributaria.
El descenso en la recaudación por este gravamen, de competencia autonómica, es consecuencia directa de la caída de las ventas de coches y de la orientación de la demanda hacia coches más pequeños y eficientes, que tributan a tipos bajos o están exentos.
Durante el pasado mes de mayo, el impuesto de matriculación aportó a las arcas de las comunidades autónomas 43,5 millones de euros, cifra inferior en un 30,7% a la contabilizada en el mismo mes del ejercicio precedente.