JP Morgan pagará una multa de 154 millones de dólares para resolver la acusación de la SEC, el regulador bursátil de Estados Unidos, de engañar a inversores en la compra de bonos hipotecarios que fueron "destinados a un mal desempeño" al inicio del colapso del mercado de la vivienda.
La SEC alega que JP Morgan comercializó dichos productos sin informar a los inversores del riesgo. El banco, por su parte, ha acordado mejorar la forma en que revisa y aprueba las transacciones de títulos hipotecarios y ha prometido devolver todo el dinero a los inversores afectados.
En concreto, se acusa a esta compañía de haber realizado la promoción de una cartera de títulos adosados a créditos hipotecarios (conocidos bajo la sigla CDO, "collateralized debt obligation"), sin advertir a los compradores que estos títulos habían sido seleccionados por un fondo especulativo que apostaba a la baja de estos productos financieros.