La ONG Human Rights Watch (HRW) denuncia que las autoridades iraquíes han detenido, interrogado y agredido a varios organizadores de protestas en Bagdad durante los últimos días. Por ello insta al Gobierno a detener esta política y a imputar cargos o liberar a los detenidos.
En Kurdistán, el activista Ismail Abdulá fue secuestrado, apuñalado y agredido el pasado 27 de mayo. HRW se dirige particularmente al Gobierno regional para pedirle que la investigación que ha prometido emprender sea transparente, exhaustiva y justa, y sirva para llevar a juicio a los responsables.
"Las autoridades de Bagdad y el Kurdistán iraquí están previniendo que sus ciudadanos se manifiesten pacíficamente", denuncia el subdirector de HRW para Oriente Próximo, Joe Stork. Al mismo tiempo, aboga por que las autoridades garanticen que las fuerzas de seguridad y las bandas progubernamentales no atacan de nuevo a organizadores de protestas, activistas y periodistas.