La agencia de calificación Fitch Ratings ha asegurado hoy que tiene dudas de que el gobierno griego pueda aplicar el programa de rigor para restaurar la credibilidad en las finanzas del país.
"La capacidad (de las autoridades griegas) para aplicar sus medidas, ante los riesgos políticos y técnicos crecientes, está, cada vez más, sujeta a cautela", ha señalado Fitch en un comunicado.
La agencia subraya también la envergadura de los desafíos que aguardan a Atenas, que se ha comprometido a privatizar activos estatales para lograr 50.000 millones de euros para 2015.
Estas preocupación explica la decisión de Fitch de revisar a la baja, a B+, la nota soberana de Grecia de nuevo en mayo.
