En "Madame Noir", el nuevo concierto de Mónica Naranjo en el que se entremezclan música y un guión cómico, es difícil distinguir ficción y realidad, cuánto hay de parodia en su interpretación de diva y, como ha sucedido esta noche, por qué las alarmas del Arteria Coliseum han saltado en mitad del show.
"Más que un concierto, parece ya una obra de teatro de La Cubana", ha dicho la artista para justificar el accidentado estreno esta noche en Madrid de esta producción, que iba como la seda hasta que, en el tramo final, han saltado las alarmas por motivos no justificados, interrumpiendo unos quince minutos su desarrollo.
Pese a los imprevistos, ha quedado claro que Naranjo ha plantado el estilo gótico del disco "Tarántula" y que, en un nuevo giro artístico dentro de su carrera, ha rendido a un público seguidor de su música, con una interpretación (auto)paródica y excesiva de una diva de los años 50.