Las cenizas del volcán islandés Grímsvötn afectarán al noroeste de Reino Unido y a Irlanda entre hoy y mañana, pero es "difícil" predecir su evolución en las próximas horas y saber cómo afectará a otros países de la Unión Europea, debido a la inestabilidad meteorológica y a que la "densidad de la nube" es distinta a la que ya causó el caos en el espacio aéreo europeo el pasado año.
La Comisión Europea segura en su informe que la UE ha aprendido las "lecciones" del caos de 2010 y que los Estados miembros y aerolíneas disponen de más información ahora, con lo que se podrá establecer un régimen más "flexible" para gestionar la situación y evitar graves alteraciones en el tráfico aéreo. "La seguridad es lo primero y no hay compromiso en la seguridad", ha asegurado en rueda de prensa la portavoz de Transportes, Hellen Kearns.
"Es difícil hacer predicciones de cómo podría afectar a otras partes en la Unión Europea", ha añadido Kearns, quien ha argumentado que la situación climatológica es "cambiante", a diferencia del año pasado, que fue estable. Además, el tipo de volcán "es diferente" y "está poco claro cuál es el volumen de cenizas que emite. La densidad también es algo diferente. Esperamos información al respecto", ha añadido.