Cerca de una decena de trabajadores de Clesa, perteneciente al grupo Nueva Rumasa, se ha encadenado este miércoles en una de las puertas de la catedral de La Almudena de Madrid para reclamar una solución a la situación "grave y urgente" de los empleados de la empresa láctea que no cobran sus salarios desde hace cinco meses.
En declaraciones a los medios, el portavoz de Comisiones Obreras dentro del Comité de Empresa de Clesa (CPI), Luis Muñoz, ha tildado al empresario José María Ruiz-Mateos, dueño de Nueva Rumasa, como el "auténtico responsable del holocausto laboral que está llevando a cabo con 5.000 empleados", asalariados a sus compañías, de las que 10 de sus mayores empresas ya han solicitado concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos).
"Venimos a denunciar la situación que hasta el día de la fecha nos adeudan cinco pagas, estamos hablando de un orden de 2 millones de euros a los empleados, sólo de Madrid", ha señalado Muñoz, en referencia a las 350 personas que forman parte de la plantilla Clesa Madrid y que están a la espera de que el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid se pronuncie sobre si declara o no el concurso de acreedores.