Los grupos automovilísticos Renault y PSA Peugeot Citroen terminaron hoy de devolver los 1.000 millones de euros que a cada uno les quedaban de un préstamo del Estado francés y que les habrán costado 715 millones en intereses.
La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, informó en un comunicado que este reembolso por anticipado de los créditos concedidos al comienzo de la crisis "demuestra la eficacia del plan ambicioso" que se puso en marcha en 2009 "para apoyar a un sector estratégico" del país.
Según su departamento, el plan ha permitido tanto a los fabricantes de coches como a sus proveedores "resistir y luego restablecer una situación más satisfactoria".
