Estados Unidos recuerda hoy el inicio del vertido de BP, el mayor desastre ecológico de su historia, con varios frentes aún abiertos en el Golfo de México y el mensaje del Gobierno de que no permitirá otra pesadilla similar.
El 20 de abril de 2010, las imágenes de la espectacular explosión y posterior colapso de la plataforma de BP "Deepwater Horizon" dieron la vuelta al mundo, desatando una catástrofe que acabaría con las vidas de once personas y liberaría al mar 4,9 millones de barriles de crudo a lo largo de tres meses.
Un año después, la economía de la zona, dependiente en gran medida de la pesca y el turismo, continúa sufriendo las consecuencias, que también han cambiado el medio ambiente del Golfo hasta límites que los científicos aún tardarán décadas en comprender.