La Comisión Europea sopesa reducir el tiempo de conservación de los datos de las telecomunicaciones, que los operadores están obligados a retener para investigaciones sobre terrorismo u otros delitos graves, con el fin de garantizar una mejor protección del derecho a la intimidad.
Según la legislación comunitaria, los operadores están obligados a conservar los datos de llamadas telefónicas y correos electrónicos (hora, localización geográfica de origen y destino, duración, pero no contenido) durante un periodo de entre 6 y 24 meses. La norma se adoptó en respuesta a los atentados terroristas islamistas de Madrid en 2004 y Londres en 2005.
El Ejecutivo comunitario ha aprobado este lunes un informe de evaluación sobre el funcionamiento de esta directiva cuya conclusión es que la retención de datos sigue siendo importante para garantizar la seguridad pero que existen "deficiencias importantes" por las diferencias de aplicación entre los Estados miembros, según ha dicho la comisaria de Interior, Cecilia Malmström.