Standard & Poor's ha decidido hoy mantener el rating de la deuda a largo plazo de Estados Unidos en Triple A, la máxima calificación posible. Sin embargo ha rebajo la perspectiva de "estable" a "negativa".
"Más de dos años después del comienzo de la reciente crisis, los políticos de EEUU aún no han acordado cómo revertir el deterioro fiscal reciente o la dirección de las presiones fiscales a largo plazo", ha comentado el analista de S&P Nikola G. Swan.