El IRPF y el IVA y, en menor medida, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), son los tributos que más quejas concentraron en 2010, según el último informe anual del Defensor del Pueblo.
En el caso concreto del IRPF, impuesto del que el Defensor del Pueblo critica que no refleja de forma adecuada la situación social actual, las principales reclamaciones que realizan los ciudadanos están referidas a la aplicación de algunas deducciones, mínimos personales y familiares o errores atribuidos a la Agencia Tributaria en la elaboración de las declaraciones de la renta.
Así, los ciudadanos se quejan, entre otras cuestiones, de que el mínimo por ascendientes o descendientes con discapacidad sólo es de aplicación por cada persona mayor de 65 años o con discapacidad que conviva con el contribuyente y que no tenga rentas anuales superiores a los 8.000 euros, pero este importe no se ha actualizado mientras que las pensiones que reciben estos dependientes se incrementan anualmente, lo que impide a numerosos ciudadanos la posibilidad de desgravar, pese a no haber cambiado sus circunstancias.