Correos prevé poner en marcha un plan de bajas incentivadas y voluntarias, que se ofrecerá a unos 200 empleados hasta finales de 2013 y cuyo objetivo es ajustar la plantilla al volumen de negocio del operador postal público y amortizar puestos de trabajo que ya no son necesarios.
El plan está incluido en el nuevo convenio colectivo y acuerdo general que la sociedad postal pública firmó esta semana, el de mayor respaldo sindical del operador.
En concreto, rubricaron el convenio, con vigencia hasta 2013, CC.OO., UGT, CSIF y Sindicato Libre, organizaciones que representan al 92% de los trabajadores de la compañía, la mayor de España por plantilla, con 62.000 empleados entre funcionarios y personal laboral.