Poco antes de la una de la tarde, trascendía la noticia de que era el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, uno de los pocos socialistas que conocían la decisión del presidente del Gobierno de no presentarse a un tercer mandato. Pero no era el único.
El edil de Barcelona era el primero en admitir que fue el propio Zapatero quien, la semana pasada, le comunicaba su intención de no repetir en las próximas elecciones generales.
Felipe González y una agenda intensa
Pero no era el único. Este sábado, tras la reunión del Comité Federal y en los corrillos de periodistas trascendía el nombre de los guardianes que custodiaban la noticia más esperada: Chaves, Rubalcaba, Marcelino Iglesias y González. Todas las informaciones hablan de las reuniones intensas entre el ex líder socialista y el actual presidente del Gobierno.
Fue el lunes 28 de marzo cuando Zapatero se puso en contacto con el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba; el presidente del PSOE, Manuel Chaves; el vicesecretario general socialista, José Blanco, y el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, para trasladarles su decisión.
Zapatero había tomado hace meses ya la decisión de comunicar por estas fechas su renuncia y así se lo había hecho llegar a algunos dirigentes del partido. Sin embargo, frenó sus planes debido a la situación de Portugal y al peligro de que los problemas de la economía del país vecino provocaran un periodo de ataques especulativos hacia España.
Una vez más, las imágenes hablan por sí solas. El anuncio de Zapatero no cayó de igual modo. Unos mostraban sorpresa, otros se hacían los sorprendidos. Todos hablaban entre sí, risas nerviosas, bostezos de cansancio...
Fuentes de elEconomista.es ya subrayaban este sábado cómo ha caído la nueva en el entorno de Chacón, que se ha manifestado "bastante sorprendido". Esto viene a corroborar que el presidente del Gobierno sí se lo había comunicado a su vicepresidente pero no a la ministra de Defensa, posible candidata a la sucesión, algo que puede interpretarse como un varapalo.
Los que no debían saber nada eran los barones. Muchos de ellos anhelaban escuchar este sábado algo sobre el rumbo de los socialsitas, sobre todo de cara a las elecciones municipales y autonómicas.
No en vano, López, Vara o Barreda, tres de los más significados líderes durante este intenso periodo de incertidumbre, han sido comedidos y respetuosos en sus declaraciones.
Y como no puede haber marcha sin pena, el que sí se ha sentido tristre ha sido José Blanco. Asegura vivir más emoción que vértigo y en privado, admite con gestos que ha llorado tras oír lo que ya sabía: que Zapatero no será el próximo candidato a las generales.
Entre tanto, en la calle, un grupo doscientas personas clamaba ante la sede socialista de Ferraz ¡Zapatero, dimisión!, al tiempo que coreaba: ¡Rubalcaba, a la cárcel!
Los miedos de los autónomos temen
