Los administradores concursales de las empresas de Nueva Rumasa que ya han sido declaradas insolventes -Dhul, Carcesa e Hibramer- han tomado las primeras medidas para garantizar su viabilidad, como obtener recursos financieros, desbloquear activos y recuperar la actividad de las plantas.
Según fuentes jurídicas consultadas por Efeagro, la administración concursal de Carcesa ha logrado que la compañía elaboradora de tomate pueda disponer de 7,5 millones de euros en materia prima que estaba dada en garantía de una deuda valorada en 12 millones de euros.
Esta actuación, liderada por los abogados Emilio González Bilbao e Ismael Soto y los economistas Pedro Bautista y Fernando Bigeriego, ha permitido que la empresa recupere su actividad, paralizada desde que estalló la crisis de Nueva Rumasa.