El Departamento de Estado norteamericano ha restado importancia al discurso pronunciado este miércoles por el presidente de Siria, Bashar al Assad, al entender que carece de contenido y de anuncios concretos, al tiempo que ha estimado que para el dignatario sirio resulta "mucho más fácil" apuntar a teorías conspirativas que aplicar las reformas exigidas por su pueblo.
El portavoz del Departamento, Mark Toner, ha pedido a los sirios que juzguen las declaraciones, incluida la parte en la que Al Assad asegura que el país árabe es objeto de "una gran conspiración, cuyos hilos proceden de países tanto cercanos como lejanos".
Toner ha previsto que los sirios "van a sentirse decepcionados". "Creemos que el discurso se ha quedado corto respecto a la clase de reformas que el pueblo sirio reclama y que los propios asesores del presidente Al Assad sugieren que se acercan", ha añadido.