El expresidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de España (CEOE) y propietario del conglomerado de empresas Trapsayates, Gerardo Díaz Ferrán, se ha desvinculado del presunto amaño el concurso para la explotación de amarres en el Port de Maó, convocado por la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), al asegurar ante el juez instructor del caso Mar Blau que no intervino "para nada" en las negociaciones que se habrían llevado a cabo al margen del proceso y que tampoco sabe "nada de él".
Así lo ha puesto de manifiesto durante la declaración que ha prestado en calidad de imputado ante el titular del Juzgado de Instrucción número 8, Antoni Rotger, en la que ha sido interrogado acerca del contrato por el que el Club Marítimo de Maó debía ceder de forma presuntamente irregular a Teinver -perteneciente a Trapsa- 13.500 euros y tres amarres valorados en 4,5 millones de euros, a cambio de que esta empresa se retirase del concurso. "No conocía el valor económico del contrato", ha aseverado el empresario.
Sí ha apuntado, sin embargo, al entonces consejero delegado del grupo, Juan Manuel Domínguez -también imputado en esta causa--como la persona que elaboró el contrato y "era quien tomaba las decisiones".