La oposición de Portugal, desde la izquierda marxista hasta los conservadores, ha coincido en rechazar los nuevos recortes presentados por el Ejecutivo minoritario socialista, que necesitará negociarlos para aprobar su iniciativa.
El Gobierno luso presentó un plan adicional de austeridad el pasado viernes, el cuarto en el último año, con el objetivo de rebajar el déficit público del país del 7,3 % de 2010 hasta el 2 % en 2013 y recuperar la confianza de los mercados, que castigan con altos intereses la deuda pública lusa.
El principal partido opositor y socio natural del Ejecutivo, el centro derechista Social Demócrata (PSD), anunció esta madrugada su reprobación al plan al considerar que fue tratado como "un hecho consumado" pactado con las instituciones europeas y al margen del resto de partidos y agentes sociales del país.