La alarma de tsunami declarada ayer a lo largo de la costa este de Filipinas tras el seísmo de 8,9 grados en la escala abierta de Richter, causó el desplazamiento de unas 55.300 personas a centros temporales de acogida, indicaron hoy las autoridades.
El Gobierno de Filipinas ordenó evacuar las aldeas de las zonas costeras después de el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico, avisó de que existía el riesgo de que una ola gigante golpeara el litoral.
La olas que alcanzaron el noreste de Filipinas unas seis horas después del fuerte terremoto que sacudió el noreste de Japón fueron de un metro de altura y no causaron daños, de acuerdo al instituto nacional de sismología y las autoridades.